Seminare

Quiero ver, quiero entrar
nena nadie te va a hacer mal,
excepto amarte.

Vas aquí, vas allá
pero nunca te encontrarás
al escaparte.

No hay fuerza alrededor
no hay pociones para el amor
¿A dónde estás?
¿Dónde voy?

Porque estamos en la calle de la sensación
muy lejos del sol que quema de amor.

Te doy pan, quieres sal
nena nunca te voy a dar
lo que me pides.

Te doy Dios, quieres más
es que nunca comprenderás
a un pobre pibe.

Esas motos que van a mil
sólo el viento te harán sentir
nada más, nada más.

Si pudieras olvidar tu mente frente a mi,
sé que tu corazón...

diría que sí.

Serú Girán

Tus rostros... mis sueños dormidos

Camino, me pierdo, me busco,
Te miro, te observo, te anhelo,
Te siento, te palpo, te gusto,
Caricia, beso, desvelo.

Palabra caída del cielo
Tormenta gaviota dudosa
Camina equívoca tu vuelo
Tierra de espinas tu rosa.

Canto oblicuo de ave
Pez en aire sombrío
En tierra de beso suave
Penas de aire y hastío.

Noche vacía y lejana
Cárcel de besos osados
Penas ansiosas ventana
Vislumbro rostros robados.

Claustro mi mente frondosa
Cerca pasiones ajenas
Lenta extravagancia ondosa
Fluye apacible en las venas.

Pasos candentes ociosos
Miradas salientes caídas
Lentos, apacibles, morosos
Viajes, sueños, partidas.

Pensamientos armados, risueños
Ojos, abiertos, perdidos
Canciones,
letras sin dueño,

tus rostros...


mis sueños dormidos.

Estaba el fama una tarde noche...

Estaba el fama una tarde noche sumamente apurado en línea recta cuando de pronto se tropieza con una esperanza. La esperanza quieta en la esquina, sentadita en el cordón de la vereda, al ver al fama se paró de golpe y lo miró fijo, sin decirle nada.

El fama no quería perder su tiempo, pero la esperanza no quería perder sus ganas, así que lo tomó del brazo y lo sentó encima de una hormiga. El fama estaba apurado pero no se negaba.

Daba lo mismo la esperanza, el apuro o la hormiga puesto que a ninguno de ellos conocía.

Mientras la esperanza se tapaba la boca para no toser alelíes un cronopio vestido de rojo jugaba en la otra punta a ser semáforo. Si se cansa, se quita la ropa y todo avanza como antes. (Cuando los cronopios juegan a ser semáforo los famas se irritan y las esperanzas no pueden evitar mirarlo y sonreir).

En el momento que el cronopio se desnuda, el fama continúa su viaje en línea recta y la esperanza se sienta nuevamente en el cordón de la vereda contemplando su innumerable colección de apuros y hormigas muertas...

Lo que fuiste...

Busco detrás de tus párpados esa mirada dormida que se oculta detrás de aquellos amarillentos papeles manchados con un toque de café despierto. El cigarrillo está consumido, bañado en tinta roja, con perfume francés impregnado en tus labios candentes. Lejos de mis miedos, donde muere la muerte y nace la luna, te encuentro.
No sos la misma, es decir, no sos la misma cosa de vos. Pero vos, ¿quién eras realmente?, qué es esa forma que contrasta en tu mirada y te hace tan distinta a aquellas veces. Sin embargo, son los mismos pasos los que proyectas, y es la misma sombra la que te sigue... y se muy bien que a lo mejor, seguís siendo la misma, pero yo...

yo soy muy distinto a lo que era...

cuando vos fuiste...

"4 de octubre"

4 de octubre... es increíble como pasa el tiempo... el tiempo... el tiempo es algo tan relativo... ¿Qué es el tiempo?, ¿Cuánto dura?... no tengo respuestas, lo que si sé es que es algo que esta pasando en este momento, mientras yo te escribo, para nunca más volver (aclaro: ¿yo volver?.. no, el tiempo... yo no tengo que volver.... ¿volver a dónde? Si yo nunca me he ido). Era un lindo tiempo aquel, en donde comencé esta carta diciendo: “4 de octubre”, pero bueno, ya murió... ¿murió?... puede ser, pero ahora que me lo pongo a pensar creo que no todos los tiempo son iguales, algunos tienen algo así como una bandita elástica, que se estira para no hacernos notar su partida... entonces, muere y vuelve a nacer en el mismo instante que muere para volver a nacer.... créeme, uno no nota la diferencia...
Hoy me desperté sin humedad, salí con el sol, almorcé con las nubes y dormí la siesta con la lluvia... Que tiempo!!!... ¿Tiempo?... acaso ¿Tiene la culpa el tiempo?... no, el clima mejor dicho. No te pasó nunca sentirte identificada con cosas simples, con cosas tan simples como el clima... A veces me levanto, y tengo un día realmente nublado, yo siento que es el momento de la lluvia y me dejo vencer por la tormenta de recuerdos y de cosas que me hacen sentir mal... no siempre cosas que me hacen sentir mal, muchas veces, digamos, la mayoría de veces, siento una fuerte tormenta con sol y me acuesto a llorar sobre un arco iris, y la luna me mira, y yo la miro fijo y se pone a reír... Mientras se ríe yo le hago una mueca de alivio y sin poder evitarlo sonreímos juntos. Luego sale el sol y todo continúa... ¿Nunca te pasó?...